Para vivir más y mejor llevar una vida saludable es fundamental.

Cuidar de ti y de los tuyos siguiendo estas recomendaciones tendrá un impacto muy positivo en salud.

Inteligencia emocional y deporte

Inteligencia emocional y deporte

¿Cómo influye la inteligencia emocional a la hora de practicar deporte?

El término de Inteligencia Emocional fue acuñado por primera vez por Salovey y Mayer (1990), aunque se hizo más popular cuando el psicólogo David Goleman publicó ‘Inteligencia Emocional’ en 1996. Desde entonces, la capacidad para reconocer sentimientos propios y ajenos, y la habilidad para manejarlos son indispensables en el desarrollo personal y profesional de cualquier persona.

A pesar de su importancia y de las numerosas investigaciones realizadas, todavía es difícil saber cuánta inteligencia emocional tiene una persona y qué se puede hacer para mejorarla. En cualquier caso, sí que es evidente cómo algunas actividades refuerzan las capacidades emocionales. Entre ellas, el deporte es de las más importantes.

Al realizar ejercicio físico aumentamos la confianza en nosotros mismos porque superamos retos, gestionamos frustraciones y mejoramos nuestra autoestima.

1. Autoconocimiento:

sabemos mejor hasta dónde podemos llegar y no nos frustramos al fracasar. Al conocer nuestros límites somos capaces de exigirnos de una forma saludable.

2. Autocontrol:

al poner en orden nuestras emociones y saber adaptarnos, asumimos nuestras responsabilidades y nos recuperamos rápido ante una derrota.

3. Motivación:

logramos mantener la atención, las ganas y la ilusión por un proyecto, aunque no logremos más que derrotas.

4. Empatía:

conocemos las emociones y sentimientos de los demás para poder resolver conflictos de forma asertiva. Esta capacidad se desarrolla en aquellas personas que practican deporte en equipo.

Conclusión: ¡hacer ejercicio no tiene solo ventajas físicas sino también emocionales!