Para vivir más y mejor llevar una vida saludable es fundamental.

Cuidar de ti y de los tuyos siguiendo estas recomendaciones tendrá un impacto muy positivo en salud.

Alergia primaveral: principales síntomas y remedios para combatirla

Como combatir la alergia primaveral

Con la llegada de la primavera, los días se alargan, las terrazas se llenan y llega el buen tiempo. Pero también aparece el polen y con él, la temida alergia primaveral que nos ataca todos los años. Si te encuentras entre los que la padecen, no te asustes, es más común de lo que se piensa. De hecho, el Ministerio de Sanidad señala que afecta al 15% de la población y hasta a uno de cada tres jóvenes.

¿Qué es la alergia primáveral o polinosis?

La polinosis es una enfermedad alérgica que afecta a ojos, nariz y pulmones. Provoca picor de nariz, ojos y garganta, moqueo, tos, silbido en el pecho y, en casos más graves, asma o dificultad respiratoria.

Es inevitable tener algún contacto con el polen durante esta época del año, sobre todo cuando se vive en zonas ajardinadas. Pero aquí te pasamos unos trucos para reducir el impacto:

  • Aunque no es el método más elegante, es aconsejable utilizar mascarillas a primera hora de la mañana y al caer la tarde, que es cuando más cantidad de polen hay en el ambiente.
  • También es importante ventilar los hogares al mediodía para evitar que entren granos de polen en la casa (revisad el pelo y la ropa, ¡siempre se cuela alguno!).
  • Otro ‘tip’ es consultar los niveles de polinización en el servicio de alergología que tienen las comunidades autónomas en sus páginas web. Este sistema calcula los niveles de polen cada día para que os preparéis para la batalla al salir de casa.
  • Además, hay que recordar que existen colirios, gotas nasales y, si hay mucha intensidad, antihistamínicos que mejoran los síntomas. Aunque ¡ojo! Algunos de ellos pueden provocar efectos secundarios como somnolencia o falta de apetito.

Aparte de estos consejos, es recomendable que acudáis a vuestro médico de cabecera, ya que existen vacunas personalizadas que atacan la alergia que más afecta a cada uno. Esas inyecciones se distribuyen a lo largo del año y, con el paso del tiempo, los síntomas van remitiendo hasta que algún día podréis salir a la calle sin miedo a un ‘ataque polínico’.