Una mala postura puede ser perjudicial. Prevenla con estos consejos

Además del ya conocido dolor (de espalda, cuello u hombros), puede desgastar la columna y hacerla más frágil, disminuir la flexibilidad, desalinear el sistema musculoesquelético, afectar al equilibrio y a todas las articulaciones del cuerpo e incluso provocar problemas para respirar y hacernos más difícil la digestión.

Si tienes algunos de estos síntomas, ya sea de forma puntual o crónica, lo ideal es que contrates un seguro médico con especialistas que puedan darte la mejor atención.

Postura dinámica y postura estática

Existen dos tipos de postura:

• La postura dinámica es que la mantenemos cuando estamos en movimiento, ya sea andando, corriendo o realizando cualquier otra acción.
• La postura estática es la que mantenemos cuando estamos quietos, por ejemplo, sentados o durmiendo.

Es fundamental cuidar ambas, ya que son igualmente importantes. Para ello puedes seguir estos consejos y, además, introducir algunos hábitos saludables en tu día a día, como hacer deporte de forma regular. Algunas disciplinas, como el pilates, son especialmente buenas para los dolores de espalda.

La clave está en la columna vertebral

Esto puede parecer obvio, pero en la práctica no resulta tan sencillo. Hay que tener en cuenta que la columna vertebral cuenta con tres curvas naturales: el cuello, la parte media de la espalda y, por último, la parte baja de la espalda o lumbares. Para evitar una mala postura tenemos que mantener las tres sin aumentarlas. Para ello la cabeza debe mantenerse erguida y los hombros deben alinearse con las caderas.

Evitar una mala postura mientras estás sentado

Hoy en día es muy habitual tener un trabajo de oficina e incluso teletrabajar. Pasamos muchas horas sentados y aprender algunos tips para que nuestra postura sea correcta durante ese tiempo nos ayudará a evitar dolores y otros problemas:

• Haz pausas cada cierto tiempo y anda un poco, por la casa o por la oficina. También es bueno estirar los músculos suavemente de vez en cuando.
• Mantén las piernas sin cruzar. Lo ideal es que tus pies estén bien plantados en el suelo y que los tobillos estén un poco más adelantados que tus rodillas.
• Mantén los codos cerca del cuerpo. Lo ideal es que estén doblados entre un ángulo de 90 grados y uno de 120 grados.
• Relaja los hombros. Intenta no encorvarlos, pero tampoco echarlos demasiado hacia atrás.
• Asegúrate de que tanto tu espalda como tus muslos y caderas están bien apoyados. Si no tienes un apoyo para la parte baja de la espalda, usa un cojín o similar. Lo ideal es que el asiento esté acolchado y que tenga un buen respaldo.

Evitar una mala postura estando de pie

Si trabajas de cara al público o pasas mucho tiempo de pie, seguro que acabar con dolor de espalda al final del día no te resulta algo ajeno. Estos consejos te ayudarán cuando estés de pie y quieto:

• Mantén los hombros atrás, alineados con el cuerpo, y la cabeza erguida.
• Procura quedarte recto y estirado, con los pies separados a la altura de los hombros y los brazos colgando naturalmente a los lados. No vayas intercalando el peso de un pie a otro, porque están desalineando la cadera cuando lo haces.
• Coloca el peso, sobre todo, en la punta de los pies.

Evitar una mala postura mientras se camina

Aunque es más difícil lesionarse por culpa de una mala postura cuando se va andando, no es imposible, sobre todo si cuentas con patologías previas. Los dolores y las molestias son consecuencias más comunes y generalizadas, que se pueden evitar con estos trucos:

• Espalda erguida y hombros hacia atrás.
• Evitar mirar al suelo, para no generar dolor cervical.
• Pisa de forma correcta: primero pon el talón en el suelo, después apoye todo el pie en el suelo y, por último, durante la fase de “despegue”, apoya solo los dedos y la zona meta tarsal, también llamada la almohadilla plantar.