Patinete de segunda mano, ¿qué tienes que saber antes de comprar?

Los patinetes eléctricos, también conocidos como Vehículos de Movilidad Personal (VMP), se han convertido en una opción de movilidad muy popular en las grandes ciudades. Su uso ha aumentado considerablemente en los últimos años y cada vez son más las personas que apuestan por este medio de transporte, ya sea para ir al trabajo o para cualquier otro desplazamiento diario. Hay quien decide utilizar los vehículos públicos de alquiler, pero también hay quien apuesta por adquirir un patinete eléctrico de segunda mano.

Esta es una de las opciones más populares entre los usuarios que han hecho del patinete eléctrico su medio de transporte favorito. Eso sí, antes de adquirir uno de segunda mano es importante tener en cuenta algunos aspectos y hacerse preguntas importantes. Al fin y al cabo, su compra es similar a la de una motocicleta o un coche de segunda mano. A continuación, te contamos cuáles son las ventajas de hacerte con un patinete eléctrico de segunda mano y qué aspectos debes tener en cuenta antes de hacerlo.

Comprar un patinete eléctrico de segunda mano, como cualquier otro vehículo, requiere de una investigación previa. Adquirir un modelo nuevo puede ser costoso, pero apostar por uno usado permite obtener el mismo rendimiento a un precio reducido. Además, que un patinete eléctrico haya tenido otro propietario no significa que esté en mal estado.

La mayoría de los propietarios cuidan muy bien sus vehículos y los mantienen en perfectas condiciones. Por eso, es cuestión de indagar en algunos asuntos imprescindibles y apostar siempre por vendedores de confianza.

Ahora bien, ¿te preguntas en qué aspectos debes fijarte? El primero de ellos es el estado general del patinete. A veces, a simple vista se pueden apreciar algunos signos de desgaste e incluso daños. Las primeras impresiones sí que cuentan y sirven para identificar arañazos, abolladuras o posibles problemas en la estructura.

Por supuesto, el uso y el kilometraje de tu nuevo patinete eléctrico de segunda mano también será un buen indicador del estado general. Por ejemplo, un patinete que se ha usado principalmente sobre terrenos complicados o durante trayectos largos puede tener mayor desgaste que uno que se haya utilizado exclusivamente en la ciudad.

Saber el número de propietarios que ha tenido el vehículo es importante. Varios dueños pueden alertar de un problema oculto, de ahí la importancia de contactar siempre con vendedores de confianza. Es importante tener también información sobre el mantenimiento, las averías y las revisiones. Y como ocurre con cualquier otro vehículo eléctrico, hay que comprobar el estado de la batería y su vida útil. Además, se deben supervisar otros componentes claves para la seguridad y el rendimiento del patinete eléctrico de segunda mano, como los frenos o los rodamientos.

Otras preguntas importantes sobre el patinete eléctrico

Aunque tengas claras todas las cuestiones anteriores, probablemente te surjan algunas dudas más antes de comprar un patinete eléctrico de segunda mano. Una de ellas está relacionada con saber si el vehículo está homologado , algo que se puede comprobar fácilmente. Necesitas saber si el patinete cumple con la regulación, la normativa local y si también se encuentra en el marco legal para circular por las calles de tu ciudad.

También es importante conocer el número de serie, que es único para cada patinete. Igual que ocurre con cualquier otro vehículo, es la vía para conocer el historial y la autenticidad del patinete eléctrico. Te recomendamos que lo solicites al vendedor y después, en los registros correspondientes, verifiques que no ha sido robado ni tiene ninguna carga.

Y ahora que ya tienes toda la información necesaria, ¿quieres dar el paso y hacerte con un patinete eléctrico de segunda mano? Para moverte como quieras, la mejor opción es contratar un Seguro de Movilidad Personal para patinete eléctrico en Línea Directa. La flexibilidad y la seguridad se dan la mano para que uses tu nuevo vehículo de movilidad personal como tú decidas.