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Cuidar de ti y de los tuyos siguiendo estas recomendaciones tendrá un impacto muy positivo en salud.

Qué es la viruela del mono, cómo se contagia y cuáles son sus síntomas

Qué es la viruela del mono, cómo se contagia y cuáles son sus síntomas

Tras la Covid 19, en los últimos meses la viruela del mono se ha convertido en una de las cuestiones más relevantes en nuestro día a día, acaparando todos los focos de atención de los medios de comunicación e inquietudes sociales. Aunque probablemente nunca antes hayas oído hablar de ella, no es una enfermedad nueva, pero sí desconocida para muchos.

Cuando parecía que las grandes epidemias mundiales habían quedado atrás en la historia, en 2020 el panorama cambió y empezamos a ser conscientes de que la globalización puede tener “efectos secundarios” en nuestra salud

No son pocos los que, dada la situación actual, han decidido contratar un seguro de salud completo para sí mismos y sus familias: así pueden acceder a los profesionales que prefieran y contar con servicios extra, como las consultas telemáticas.

¿Qué es la viruela del mono?

Se trata de una enfermedad causada por el virus de la viruela del mono, similar al virus que causa la viruela, pero mucho menos grave. Es zoonótica viral, lo que significa que puede transmitirse tanto de animales a humanos como entre personas.

Es una enfermedad endémica que encontramos normalmente en las selvas tropicales de África central y occidental, pues es ahí donde reside la fauna portadora del virus. No obstante, aparecen casos esporádicos en otras partes del mundo que se dan tras visitar estas regiones africanas.

En mayo de 2022, la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA) informó sobre la identificación de dos casos de viruela del mono en Reino Unido, sin antecedentes recientes de viajes y sin contacto con un caso importado con anterioridad. Posteriormente, UKHSA confirmó otros cuatro casos y, desde entonces, numerosos países de Europa, incluido España, también han notificado casos confirmados o en investigación, sin vínculos epidemiológicos conocidos con África occidental o central. Por ello, es importante mostrar una especial atención a la población y a la enfermedad.

¿Cómo se transmite la viruela del mono?

Si se trata de una enfermedad endémica, ¿cómo ha podido aparecer de repente en otras partes del mundo? Lo cierto es que no se sabe, ya que el virus se transmite cuando una persona mantiene contacto estrecho con un animal o humano infectado, e incluso con un material contaminado por el virus.

Por un lado, la viruela del mono se puede transmitir de los animales a los humanos cuando una persona entra en contacto físico con el animal infectado, bien por haber sido mordido o arañado por este o por haber consumido o manipulado carne de animales silvestres. Los animales transmisores del virus son principalmente roedores y primates, por lo que, para reducir el riesgo de infección, se debe evitar el contacto sin protección con animales salvajes, especialmente con aquellos que estén enfermos o muertos.

Por otro lado, la transmisión entre humanos se produce cuando una persona mantiene contacto físico con otra que presenta síntomas. Las erupciones cutáneas, los fluidos corporales, las llagas y las costras son altamente infecciosas. Además, entrar en contacto con objetos que previamente han estado relacionados con la persona infectada y que, por tanto, pueden estar contaminados, también resulta ser un foco de infección.

El virus puede propagarse a través de la saliva y gotitas respiratorias, por lo que existirá un alto riesgo de infección si se convive o mantiene relaciones íntimas con alguien contagiado y si se está expuesto a gotas respiratorias grandes durante el contacto cara a cara.

La viruela del mono se puede transmitir desde el momento en el que aparecen los primeros síntomas hasta que el sarpullido haya desaparecido del cuerpo, se hayan caído todas las costras y regenerado una nueva capa de piel.

Síntomas de la viruela del mono

Para conocer mejor qué es la viruela del mono, es preciso identificar sus síntomas y así poder actuar según las recomendaciones de los expertos cuánto antes.

Generalmente, los síntomas son fiebre, escalofríos, ganglios linfáticos inflamados, agotamiento, dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda y síntomas respiratorios como dolor de garganta, congestión nasal o tos, entre otros. Suelen darse a partir de la tercera semana de la exposición al virus y tienen una duración de entre dos y cuatro semanas, desapareciendo posteriormente por sí solos, sin tratamiento.

No obstante, el rasgo más característico de la enfermedad es la erupción que aparece en la piel. Se trata de lesiones que pueden ser planas o estar ligeramente elevadas, rellenas de líquido transparente o amarillento que, posteriormente, pasan a convertirse en costras y caerse. Dichas lesiones tienen apariencia de granos o ampollas y tienden a presentarse en la cara, el pecho, las plantas de los pies y de las manos e incluso en la boca, los genitales y los ojos. Pero cuidado: estas lesiones no son granos normales, así que no intentes aplicar, por ejemplo, los tratamientos para el acné habituales: consulta con tu médico cómo proceder siempre.

La cantidad de lesiones puede variar desde pocas hasta miles, comenzando a aparecer entre uno y tres días más tarde de haber presentado otros síntomas. Sin embargo, en algunas ocasiones pueden aparecer primero las lesiones en la piel y posteriormente el resto de síntomas o incluso presentar las lesiones como único síntoma de la enfermedad.